Pasando Salvatierra, el ferrocarril atraviesa las llanuras de Alava hasta la estación de Vitoria (27500 habitantes y 1730 pies). Esta industriosa ciudad es la capital de la provincia vasca de Alava y está dividida en parte vieja y nueva, o zona alta y baja. La primera, llamada el Campillo, o Villa Suso, en el lado norte, con sus murallas medievales, calles oscuras y tortuosas y curiosas mansiones antiguas, contrasta con la parte moderna del sur, dispuesta en avenidas rectas y plazas con arcos esbeltos.
La catedral de Santa María, al extremo norte de la ciudad vieja, data de 1150. Sus arcos góticos y sus galerias son elegantes, pero, desgraciadamente el coro obstruye la nave. En la capilla de Santiago hay varios sepulcros bien labrados y en la sacristia se encuentra una Piedad atribuida a Murillo. Esta iglesia fue elevada por Isabel II a la dignidad de catedral, en 1862, siendo sufragánea de Burgos.
San Miguel, en la unión de la parte vieja y nueva, fue erigida en el siglo XII y contiene un excelente retablo de madera tallada, imitando bronce, por Gregorio Henández.
San Pedro, fuera de la parte oeste de la ciudad alta, tiene una hermosa portada y algunos sepulcros interesantes.
La fachada clásica del Hospicio, que se encuentra también fuera de la parte vieja, al este, fue diseñada por el fraile capuchino Lorenzo Jordanes y bien merece una visita.
Al sur de la estación del ferrocarril se encuentra el inmenso monasterio de las Salesas, construido en 1880. Es colegiata y su fábrica sigue el estilo del siglo XIII.
El convento de la Concepción tiene dos retablos curiosos.
Vitoria tiene industria de gafas, coches, cerámica de barro, sillas y peines, y en ella se encuentra el Cuartel General del Comandante en jefe de las provincias vascongadas.
Paseos. La Plaza Nueva, con soportales, fue construida en 1791 de acuerdo con los planos de Justo Antonio de Olaguibel, según el modelo de la famosa y renombrada plaza de Salamanca. Destaca en la plaza alavesa la Casa Consistorial, con una hermosa escalera y portada. Los alrededores de la ciudad tienen abundancia de arboledas umbrosas, de las que las más importantes son La Florida y El Pardo.
La primera, situada entre el ferrocarril y la ciudad, está rodeada por hermosa barandilla de hierro y adornada con jardines, bancos y fuentes. Desde aquí, un paseo, llamado el Paseo de la Estación, lleva, bajo el ferrocarril, al barrio del Prado, sembrado de césped y bordeado por largas avenidas de castaños y álamos. En este lugar suelen reunirse, los domingos y días festivos, las clases populares vascas y ejecutan sus típicas danzas nacionales.
El nombre de Vitoria, deriva de Beturia, vocablo vasco que significa elevación, y tiene por armas un castillo sostenido por dos leones.
Ruta 34- Vitoria-Bilbao. Ferrocarril y carretera.
Cerca de Gamarra el rio Zadorra está cruzado por un puente de ocho arcos, en dirección a Villarreal de Alava (9 millas). Este pueblo, que está rodeado por montes y bosques de pinos, se encuentra emplazado en el centro de un distrito importante por el número de sus fuentes sulfurosas; la más conocida es la de Aramayona, unas 7 millas a la derecha.
Vitoria.-Hoteles:
Pallares, Plaza de Bilbao, 9
Larrea, Calle del Prado,7; ambos limpios; 30 reales al día.
Viuda de Peña, Plaza de Bilbao, 7; excelente y más barato.
Quintanilla, Calle de la Estación, 27; bueno
Cafés:
Suizo, Calle de la Estación; bueno.
De la Paz, Plaza Nueva.
Oficinas de Correos y Telégrafos:
Calle de la Estación, 6 y 39
Sacado del libro "Viajeros ingleses del siglo XIX" de Rosa Maria Sillaurren y Jose Miguel Santamaria, con recopilación de textos de Julio Cesar Santoyo. Biblioteca Alavesa "Luis de Ajuria" 1978.
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